Casa T

Casa T

Una escalera escheriana conecta dos antiguas casas en las afueras de la Ciudad de México

El estudio de arquitectura LANZA Atelier aportó su sencillez y claridad conceptual características al trabajo de reforma

Ana Karina Zatarain (Publicado en Metropolis)

El espacio limitado es una característica de la vida en la mayoría de las grandes ciudades, pero para un artista con sede en la Ciudad de México, cuyas obras incluyen pinturas y esculturas a gran escala, presentaba un problema. Junto con su pareja, una productora de arte, el artista encargó al estudio de arquitectura LANZA Atelier la renovación de dos casas antiguas en la colonia San José del Olivar. Las casas, una heredada por el cliente y la otra recién comprada para el proyecto, se convierten en una sola, ahora llamada Casa T, que funciona como hogar y estudio para la pareja.

“El estado inicial de ambas propiedades era desalentador”, dice Isabel Martínez Abascal, socia fundadora de LANZA, junto con Alessandro Arienzo. “Además de tener pocas aberturas para la luz y la ventilación, la casa heredada por el cliente tenía una fuerte energía de su infancia que necesitaba renovarse para abrir una nueva etapa en su vida”. La arquitectura barroca de las propiedades existentes contrastaba con la claridad conceptual y la simplicidad geométrica que caracterizan el trabajo de LANZA. El estudio se acercó a la renovación de adentro hacia afuera, con una inclinación hacia el minimalismo: aunque las fachadas se dejaron intactas, el esquema interior ahora incluye amplios espacios blancos, grises y de madera clara.

“Cuando asumimos este proyecto”, recuerda Arienzo, “la primera pregunta que nos hicimos fue, ¿cómo podemos traer luz a este espacio oscuro?” Su solución fue desmantelar parcialmente los interiores compartimentados, eliminando paredes y techos para crear espacios abiertos de doble altura. El elemento más impresionante del diseño es la escalera de hormigón que une las dos casas. Destacando entre paredes blancas desnudas y pisos de concreto pulido, se levanta cual escultura en el centro de una galería. Y para acomodar la necesidad del cliente de transportar grandes obras de arte de arriba a abajo de la casa, LANZA optó por prescindir de barandales, cuya ausencia aumenta la pureza formal de la unidad de escaleras.

En el piso superior, una pared curva hecha de madera de pino se desliza a través del dormitorio principal, creando una partición que oculta un vestidor. “Nuestro uso de curvas, que están presentes en muchos de nuestros proyectos, surge de la idea de que dentro de la naturaleza estática de la arquitectura, hay inercia”, explica Arienzo. Los dos elementos opuestos, una estructura ortogonal de escalera hecha de concreto, y una forma más orgánica hecha de madera, coexisten en una agradable tensión, agregando un toque inesperado a un esquema de diseño restringido.

Arquitectura: LANZA Atelier
Equipo de diseño: Alejandro Márquez, Jessica Hernández, Isabel Abascal y Alessandro Arienzo
Construcción: VGA Ingenieros
Lugar y fecha: Ciudad de México, 2019